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domingo, 13 de diciembre de 2020

La lupa sobre los detectives Artículo de prensa

 

La lupa sobre los detectives

Maria Antonia Giraldo Rojas

Publicado en Revista GENERACION del periódico EL COLOMBIANO  de Medellín, 13/12/2020, pags 4-5

El género negro es de los más exitosos de la literatura actual, pero tiene algunas deudas.

 









Primero había un crimen, que un detective resolvía utilizando su capacidad de observación y lógica extraordinaria para llevar al culpable ante la ley, que lo castigaba ejemplarmente. Luego vino el bajo mundo, policías y criminales se encontraban en bares y callejones oscuros convirtiéndose en aliados o enemigos, según conviniera, eso sí, enfrentándose con extrema violencia cuando correspondía. Ahí ya eran más humanos, cargando con los traumas y desengaños que dejan años de rodar por el mundo. Después llegaron la tecnología, las agencias de inteligencia y los espías, y si la cosa se tornaba demasiado agobiante, se le agregaba un poco de teoría conspirativa, para restarle realidad.

 

Son fórmulas reduccionistas, pero ahí están las novelas clásicas de detectives que iniciaron el siglo XX, luego el Hardboiled norteamericano que le agregó color al mundo criminal, los espías que aparecieron con la Guerra Fría y la mística histórica que produjo best sellers como El código Da Vinci de Dan Brown o Los ríos de color púrpura de Jean-Christophe Grangé, ambas adaptadas al cine con éxito, algo común para esta literatura. Lo cierto es, según explica el académico Esteban Arango, que la novela policiaca se convirtió con el tiempo y la popularidad en novela negra, un universo de subgéneros que llenan a los escritores con el reto de pegar lectores al sofá y a las editoriales con muchas ganas de publicar la siguiente gran saga.

 

El hecho de que respondan tan claramente a fórmulas y que sea un género tan enganchador ha hecho que la crítica cuestione su calidad. Según Andrés Delgado en su artículo “Cuentos bizantinos de corte operístico”, publicado en el portal Fronterad, la novela negra haría parte de la literatura del entretenimiento y escritores como Fernando Pessoa no la consideraban de buena manera, pues “las novelas policiales podrían ser ‘insinceras’ porque están hechas para sorprender porque carecen de ‘una noción de gravedad’”. Sin embargo, hay numerosos escritores reconocidos por su calidad que exploraron el género como Jorge Luis Borges, el premio Nobel Patrick Modiano y el padre de todos, Edgar Allan Poe, un esteta.

 

Que las novelas respondan claramente a fórmulas es una de las críticas que se les hacen, “pero toda la literatura responde a fórmulas”, explica Delgado, el problema viene cuando “el valor literario se le da solamente a la historia y no a la forma en que se cuenta. La literatura está hecha de fondo y forma, es decir, que el fondo es una trama y la forma, las palabras que utilizas para contar la historia. [...] El pecado de la novela policíaca es que la gente cree que el valor literario está en la trama y no en la forma”. Mientras el lector se sienta atrapado en medio del misterio, el suspenso o la intriga, está satisfecho, así algunos autores tienten los límites de la verosimilitud.

 

 

EL VALOR DE CADA LIBRO

 

Esteban Arango, académico dedicado a la investigación sobre el género y parte del comité organizador del congreso Medellín Negro, que se hace cada año durante la Fiesta del Libro y la Cultura, afirma que aunque existe la crítica literaria y es válida para juzgar la calidad de los textos, lo que le resulta interesante de la novela negra es todo lo que dice del contexto en el que fue producida. Por ejemplo, las más clásicas europeas y norteamericanas se desarrollan en sociedades respetuosas de la ley y que confían en sus instituciones, mientras que las latinoamericanas cambian la estructura tradicional: “La novela negra de esta parte del mundo responde al funcionamiento de las instituciones de estos países. Colombia, por ejemplo, tiene una de las tasas más altas de impunidad en el subcontinente. En la novela negra local no hay una sanción en la trama, lo que se puede ver claramente en textos como La virgen de los sicarios de Fernando Vallejo”.

 

Entonces, ¿Fernando Vallejo es autor de novela negra? Así lo considera Arango y su maestro en el tema Gustavo Forero, quien afirma que toda novela colombiana que beba de la realidad tiene algo de negra y los autores más reconocidos del panorama actual tienen algo del género: Perder es cuestión de método de Santiago Gamboa, Satanás de Mario Mendoza, Angosta de Héctor Abad Faciolince, Los divinos de Laura Restrepo, La forma de las ruinas de Juan Gabriel Vásquez y Rosario Tijeras de Jorge Franco son algunos ejemplos. “Hasta Cien años de soledad tiene algo del género, con sus referencias a las masacre de las bananeras o la guerra bipartidista. [...] La justicia no funciona, no hay una sanción al final y la resolución de las historias es muy pesimista respecto al funcionamiento de las instituciones”, afirma Arango. Tal vez por eso los lectores prefieren las historias extranjeras, pues estos fallos son problema de otros.

 

Un ejemplo más concreto del género en el país es la colección Policías y Bandidos de la editorial UPB que quiere retomar las formas más clásicas con la intención de devolverlo a la cotidianidad y presentar personajes más cercanos. Memo Ánjel, Emilio Restrepo, John Saldarriaga y Verónica Villa tienen sagas en esta colección que se alejan de los crímenes históricos o relacionados con el narcotráfico, para abordar la delincuencia común y centrarse en otro protagonista infaltable de estas novelas: la ciudad. “Aquí el detective camina las calles, habla con la gente en sus mismos términos y la comida se vuelve un detalle importante. El lector se puede identificar, pero también un extranjero conocer Medellín. Ese es uno de los intereses que tenía al escribir mis novelas, mostrar la Medellín más real que tiene varias capas. Hay mucha variedad para todo tipo de lectores, cualquiera puede llegar a encarretarse con el estilo que más le favorezca o le guste”, cuenta Villa, quien para la colección escribe los casos de Marina Grisales, una guarda de seguridad que termina usando su instinto para resolver crímenes y capturar a sus autores.

 

Para Delgado esa es una ventaja del género negro, hay mucho por escoger y no hace falta avergonzarse por disfrutar de un autor en particular, así no sea considerado la estrella más brillante del firmamento por la crítica especializada. “Recomiendo no dejarse llevar por los comentarios de otros y tomar las propias decisiones con respecto al libro que se va a leer, con solo la primera página ya sabe si lo atrapó o no, por eso me gusta acudir a las bibliotecas, para explorar diferentes títulos y luego comprar el que me interese”, explica. Este ejercicio también lo hace con quienes participan en sus clubes y talleres de lectura en la Biblioteca La Floresta.

 

 

LAS DEUDAS

 

La cuestión de la calidad pasa entonces a ser de gusto, pues dentro del género se puede encontrar todo un abanico de formas, escenarios, relatos y personajes que pueden hacer una rica selección. Delgado y Villa coinciden en afirmar que son textos muy atractivos para los más jóvenes: tiene esa capacidad de enganchar y, por lo tanto, enamorar del ejercicio mismo de la lectura, algo que no es menospreciable. “Cuando adolescente era lectora de Agatha Christie, pero me daba pena decirlo porque muchos la consideraban una literatura menor, sin embargo, a mí Agatha Christie me llevó a ser lectora y a que me gustaran otro tipo de libros. [...] Las novelas pueden tener crimen, intriga, acción y una prosa magistral, una cosa no compite con la otra, más depende la pericia y el talento del autor”, comenta Villa.

 

Lo que sí es una falencia, apenas solventándose en la actualidad, es el papel de las mujeres como personajes y escritoras. En la literatura más tradicional estaban encasilladas en papeles de femme fatale o víctima, pero ahora están reclamando su espacio, basta mirar personajes como Enola Holmes o escritoras como Rosa Montero o Fred Vargas. Según Villa, hay toda una generación de autoras argentinas, francesas, españolas y nórdicas que han desarrollado protagonistas femeninas e incluso han explorado el espinoso tema del feminicidio, pero en Colombia está todo por hacer. “Antes me daba miedo decirlo, pero luego de investigarlo encontré que soy la única escritora colombiana de novela policíaca con detective mujer y en serie. Cuando empecé a escribir, en 2015, lo hice como lo más natural del mundo, pero me di cuenta de que todos mis compañeros eran hombres”, cuenta Villa, quien resalta La mujer que sabía demasiado de la escritora bumanguesa Silvia Galvis (1945-2009) como la única muestra del subgénero más tradicional en Colombia. Como lo señalaba Arango, la riqueza de la novela negra está en ver cómo cambia sus temas, personajes y escenarios de acuerdo al contexto, y cada vez hay más opciones, desde la resolución de crímenes digitales hasta las astucias de espías internacionales pasando por las reflexiones melancólicas de policías desencantados. Está todo por leer.






 

miércoles, 6 de mayo de 2020

La colección POLICÍAS Y BANDIDOS en catalogo Editorial UPB 2020



La Editorial UPB lanzó su catálogo de producción literaria para el 2020 con una variedad de libros, temas y autores, casi todos locales, que le apuestan a apoyar el talento artístico y literario de escritores colombianos con proyección nacional e internacional. Dentro de sus colecciones se destacan la saga POLICÍAS Y BANDIDOS, que reúne novelas de personaje en el género negro, en donde se destacan Memo Angel, Verónica Villa, Luis Fernando Macías, John Saldarriaga y Emilio Alberto Restrepo, bajo la dirección de Juan Carlos Rodas Montoya. 
Muy importante haber logrado la simpatía de los lectores, lo que Se refleja en varias y sucesivas re-ediciones de todos los títulos. 
Como reza el eslogan: "NOVELA NEGRA DE CALIDAD, DE MEDELLÍN PARA EL MUNDO"

En este link, pueden ver el catálogo completo: 

https://issuu.com/editorial-upb/docs/catalogo_editorial_upb_2020_5_?fbclid=IwAR3UrWa-9OAD1zLKPhqReh_Dpv8W4JB1zhsl9_nfsqVjsUGmUFHa-O2HxLY





jueves, 16 de enero de 2020

Reseña de EL ABRAZO DE LA VIUDA NEGRA (Un caso de JOAQUÍN TORNADO)





Literatura

El abrazo de la viuda negra: una grata revelación de fútbol, género negro y literatura

Por: 
15 / 01 / 2020
El abrazo de la viuda negra, la nueva novela de Emilio Alberto Restrepo no sólo explora las posibilidades del género policíaco, sino también la relación fútbol y literatura. Una novela que se sale de todo convencionalismo en nuestra literatura local.
La relación entre el fútbol y la literatura en América Latina ha sido fuerte y productiva desde la primera mitad del siglo XX. Sería trillado, entonces, citar tanto a los autores que desprecian dicho deporte como a los que lo veneran (baste citar a Borges, entre los primeros, y a Galeano, Villoro y Fontanarrosa, entre los segundos).
En la literatura colombiana la producción, aunque no es muy abundante, tiene dignos representantes como Juan Estaban Constain y su obra Calcio; Ricardo Silva Romero y su novela AutogolJairo Aníbal Niño con su libro infantil Fútbol, goles y girasoles y la columna del profesor de la UPB Juan Carlos Rodas en el periódico El Espectador, que es constante en estos temas. A propósito, el mismo Rodas tiene publicados varios libros al respecto en la editorial de la UPB, en donde hay una colección (Fútbol y Letras) que recoge los ganadores de un concurso temático llamado ¿Cuál es tu cuento con el fútbol?; en dicha colección también hay libros de Reinaldo Spitaletta, David Corrales y otros autores.
De la misma editorial hay otro conjunto de libros policiacos que también llaman la atención. Con el nombre de Policías y Bandidos, esta colección recoge las aventuras de varios detectives locales. La serie es muy bella y muy bien editada, va por su número 12, y entre sus autores hay historiadores como Memo Anjel, guionistas como Verónica Villa, periodistas como John Saldarriaga y médicos-escritores como Emilio Alberto Restrepo.
Este último tiene un personaje muy entretenido y rico en matices y aventuras, Joaquín Tornado, un pajarraco que husmea  y escarba en las alcantarillas  y cloacas del bajo mundo de Medellín. Precisamente en una de sus historias, El abrazo de la viuda negra, se encuentra una nueva referencia de la relación fútbol y literatura. La narración transcurre mientras el sabueso investiga la muerte de un futbolista de élite –“el Santi Tarragona”, una especie de Falcao o de James Rodríguez- que, por supuesto, está casado con una modelo, y que al regresar a Medellín de vacaciones es emboscado y sufre un atentado que destruye de manera definitiva su rodilla y, con ella, su prometedora carrera deportiva.
Esta, en apariencia, es la excusa para contar una historia policíaca convencional pero ingeniosa, en la cual un detective privado, criollo y tercermundista, investiga un crimen que la policía no logra resolver y el que desde el principio intuimos que va mucho más allá de lo aparente, como debe ocurrir en toda buena novela negra.
Lo interesante es que la historia se sale del molde. Respetando los códigos y normas del género, está contada con un particular sentido del humor. La acción está dosificada; cada vuelta de página es una nueva sorpresa con giro de tuerca y los personajes están muy bien caracterizados. El detective es toda una figura y ni qué decir de su grupo de ayudantes.
Lo que aquí nos ocupa es que, además de ser una buena novela policíaca, toca el tema del fútbol. Fútbol y literatura. Una aproximación a una de las tantas zonas oscuras del deporte: la relación de los equipos con sus jugadores, las contradicciones entre ganadores y perdedores, las maquinaciones, conspiraciones y triquiñuelas…en fin, de la condición humana, ni más ni menos.
Muy recomendada esta novela corta del autor antioqueño Emilio Alberto Restrepo. Muy afortunada la veta que encontró en su detective Tornado, protagonista hasta ahora de cinco libros, algo inaudito en el mundo editorial colombiano. Muy loable el acompañamiento de la editorial de la UPB, que le ha apostado a una colección llamativa de novela negra, digna de ser presentada en cualquier escenario.
En resumen, El abrazo de la viuda negra, es una novela que merece su posición, tanto en la colección de literatura policíaca como en la selección de fútbol y literatura. Merece ser leída y difundida. Pinta muy bien la ciudad con sus pecados y nos habla del carácter humano, algo que el autor en su calidad de médico cirujano parece conocer muy bien.
Anótense el tanto, autor, personaje y editorial. Es un gol literario de antología.

viernes, 20 de diciembre de 2019

Colección POLICÍAS Y BANDIDOS de Editorial UPB en Librería Grammata

Les comparto la conversación que tuvimos en Librería Grámmata con Veronica Villa Agudelo y Juan Carlos Rodas Montoya hablando de la colección POLICÍAS Y BANDIDOS de Editorial y Librería UPB Hablamos de los personajes, como Joaquín Tornado y Marina, de las historias, de la creación, de la ciudad. Estuvo bacano. Los invito a verlo, gozarlo y comentarlo


miércoles, 6 de noviembre de 2019

RESEÑAS LIBROS COLECCIÓN POLICÍAS Y BANDIDOS UPB 2015-2019



RESEÑAS LIBROS COLECCIÓN POLICÍAS Y BANDIDOS UPB 2015-2019


Nota: si por alguna razón no se visualizan las imágenes, en este link aparece la misma información: https://www.veronicavillaagudelo.com/novelas-598403.html


1.       Verónica Villa Agudelo

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1.1.   MARINA Y EL CASO DE PLATA. Narra las aventuras de Marina Grisales, una guarda privada de seguridad que sabe sacarle provecho a su instinto para descubrir lo que otros no ven y desenmascarar mentirosos, criminales y hasta asesinos. Viuda, madre de un desorientado treintañero e hija de una bruja declarada, su trabajo como vigilante da un vuelco total cuando decide convertirse en la cómplice del robo de un bolso, sin llegar a imaginar que su participación en este crimen la conducirá a desenredar la muerte de un prestigioso político de la ciudad. La historia se desenvuelve entre personajes singulares, humor negro, lenguaje coloquial y paisajes cotidianos de una Medellín de clase media que es narrada en formato audiovisual y desde la perspectiva de la autora para acercar a sus coterráneos a su propia tierra y presentarles a los foráneos una versión particular de la ciudad en la que nació, creció y habita.


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1.2.MARINA Y UN CASO EN EL AIRE. Después de resolver el asesinato de un prestigioso político de la ciudad, Marina Grisales decide renunciar a su cargo como guardia de seguridad y dedicarse a la investigación privada. Y aunque solo lleva un año ejerciendo su nuevo oficio, ha considerado dejarlo todo y regresar a su vida anterior, pues únicamente ha sido contratada para resolver casos menores que, en su mayoría, le han retribuido con un “mi Dios se lo pague” o con bolsas con panes recién horneados. Afortunadamente, todo da un giro cuando una vieja conocida le pide resolver la misteriosa muerte de su mejor amiga, Yuri Nicole Hurtado, auxiliar de aseo que fallece por accidente al verse involucrada en el intento de homicidio de un reconocido profesor universitario. Encubierta como guardia de seguridad en el edificio de laboratorios de la Universidad del Valle de Aburrá, Marina retoma su pasión y hace aquello que mejor se le da: ver lo que otros no son capaces de percibir. Reputación, envidia, mentiras, deseo y secretos se ocultan tras la cortina de humo que Grisales intenta disolver junto con su hijo Magnum Alberto y su madre doña Leonor en esta aventura en la que nada es lo que aparenta.

2.       Emilio Alberto Restrepo:

  Restrepo_JoaquinTornado.jpg2.1JOAQUIN TORNADO, DETECTIVE (contiene 2 novelas cortas)
·      Música de buitres nos introduce a la figura de Tornado, un sujeto al que echan del Servicio Secreto del Estado, que se queda sin empleo y con mala fama. Luego aparece el fiscal Agustín Restrepo y lo contrata como detective privado. La misión: servir de mediador en un secuestro. Labor que resulta humillante pero efectiva, con pérdidas humanas y todo. Una aventura trepidante, llena de acción y giros sorpresivos, que muestra un género de violencia que atacó a Colombia por más de 50 años: la lucha guerrillera con sus matices, distorsiones y abusos
·      Tornado y el Obregón trata el enigma del robo de un cuadro de Alejandro Obregón y la posterior venta de una serie de réplicas de este. En  opinión   de Henry Amariles, una pequeña pieza maestra del género.  Explora el mundo del robo y falsificación de arte en la ciudad, con sus tentáculos e implicaciones en varias esferas de la sociedad. Una nouvelle que muestra un Tornado maduro, más consolidado, que muestra el equipo de trabajo y los particulares métodos de su oficina de investigaciones.

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2.2. EL ABRAZO DE LA VIUDA NEGRA. Un caso de Joaquín Tornado, detective relata el declive de un famoso futbolista al que atracan y le pegan un tiro en su pierna derecha, lo que hace que este no pueda volver a jugar fútbol y, ante tal circunstancia adversa dilapida su fortuna en seis meses en drogas, licor y mujeres, hasta morir. La tarea de Tornado, asignada en una investigación ordenada por su viuda, una enigmática mujer, modelo y presentadora llamada Malala Contreras, es encontrar a la persona que originó el desastre. Y vaya sorpresa que se lleva.  

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2.3. NOS VEMOS EN EL INFIERNO, MON AMOUR. El detective JOAQUÍN TORNADO enfrenta una nueva aventura: un rico personaje con una fortuna de origen dudoso, recién separado, lo contrata  para que siga y vigile a su esposa, pues sospecha que tiene un amorío. En la mitad de la investigación, ella, que es una prestigiosa abogada en el campo de los seguros y el tema del derecho médico aparece muerta, con muy pocos rasgos que clarifiquen si es un asesinato o un suicidio. Al husmear, Tornado descubre que la dama fallecida tenía muchos enemigos, al tiempo que pone en evidencia una intrincada red de enigmas e intrigas en el oscuro mundo de las demandas médico-legales. Como siempre ocurre en las novelas del personaje, hay una diversa serie de historias paralelas, unos pintorescos ayudantes, una sucesión de situaciones narradas con mucho humor(un tanto retorcido), aprovechando para dibujar la parte más desconocida y recóndita de una ciudad que ruge bajo los cansados   huesos del ciudadano de a pie.
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2.4.  EL PRIMO Y EL TIMO. El comerciante Evelio Vélez es encontrado muerto en su finca, al parecer, víctima de un combo de delincuentes con los que se enfrentó en un agresivo alegato, en una compraventa de autos de la ciudad. En este nuevo caso, Tornado se adentra por los vericuetos del crimen organizado de la ciudad y descubre que bajo la apariencia de lo convencional se mueven asuntos de la más absoluta gravedad, cosas que el ciudadano de a pie desconoce   y que tras la coraza de una fingida familiaridad se pueden encubrir toda suerte de intenciones abyectas que desnudan la traición, la ambición desbordada, la ausencia de escrúpulos y el oportunismo.







3.       Memo Ánjel

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3.1.   RAMBERT, UN EX INSPECTOR APURADO (Contiene tres aventuras)
·      Estación de Francia, verano del 63. Un hombre cae muerto al lado de Rambert y toda la acción se desarrolla a partir de un arete en forma de serpiente que el muerto lleva consigo. Es un caso donde hay más de magia que otra cosa, con los consabidos absurdos. Escenario Barcelona y Girona.
·      El extraño hombre de la Calle Velázquez.Rambert investiga el caso de un hombre asesinado a punta de ópera. En este relato, Rambert odia a los poetas y se mueve por un escenario donde abundan todo tipo de personajes de los bajos fondos. En este caso, el mayordomo si es el criminal.
·      La gata en el aceite.Un crimen, la palabra oro, nazis escondidos, chulos y maricones. Y un final imprevisto. Nadie sabe lo que esconde un matrimonio.
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3.2.   EL CASO FARAZ. RAMBERT EN EL CARIBE. Delirio continuo en el Caribe. A Joan Rambert lo han apostado unos jugadores. Quien lo gane, lo matará. El exinspector sale del asunto usando todo tipo de locuras, incluida la santería.






4.       John Saldarriaga


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4.1.EL FISCAL ROSADO (contiene 2 casos).
·      La clara oscuridad de los gatos. El director de la Unidad de Investigaciones Criminalísticas Número 13 esclarece el asesinato de un trapo rojo, un cuidador de autos callejero, en un barrio alto aunque en decadencia. Detrás de los hechos, se devela una red de bandas de ladrones de casas, de la que hace parte el asesino. En este relato hay un trasfondo de ladrones apartamenteros y acosadores, de trabajadores de poca monta.
·      El extraño caso de la gallina saraviada. Tras el homicidio de una mujer entrada en años (la madre de un jefe de banda barrial y quien tenía una gallina por toda compañía), en su pequeña vivienda situada en un populoso sector de Medellín, se destapa el accionar de bandas criminales que se enfrentan por el poder en ciertos barrios de la ciudad. En el transcurso de estas investigaciones quedan a la luz los sórdidos negocios del hampa, que se generan en entornos barriales grandes y pequeños.

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4.2.   EL FISCAL ROSADO Y LA EXTRAÑA MUERTE DEL ACTOR DRAMÁTICO En la madrugada, el cuerpo sin vida de un actor de teatro aparece en el andén de una casa de lenocinio, en medio de un charco de sangre. Esa muerte, sucedida en extrañas circunstancias, turba al sector cultural y a la sociedad entera.  ¿Cuál puede ser la causa de que un sujeto entregado a las artes haya sido víctima   de una muerte violenta?
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4.3.   LOS MUERTOS QUE NADIE LLORA. Como una marejada, la multitud cada vez más numerosa de indigentes recorre la ciudad. Seres que van y vienen a contracorriente del sistema productivo y de la vida convencional, esa que dicta cómo se debe vivir y a qué horas se debe comer, reír y amar. Y en su recorrido incomodan a una sociedad que los niega, estigmatiza y evita su mirada. Una mañana de sábado, uno de esos seres marginales aparece asesinado. En días siguientes, otro es atacado, pero sobrevive. El fiscal Óscar Rosado decide ocuparse de esclarecer los hechos, que adivina vinculados, desobedeciendo una orden del nuevo Director Regional de Fiscalías, un funcionario indolente, quien le argumenta que estos sujetos, los callejeros, son muertos que nadie llora y, además, como no pagan impuestos, añade, no tienen derecho a que se destinen recursos públicos en la investigación.

5.       Luis Fernando Macías

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5.1.   MORIR JUNTOS. La mañana del 25 de octubre de 1995, Aurelio recibe una llamada telefónica de su amigo, el fiscal Gabriel Enrique Rojas. Este lo invita a que lo acompañe en el levantamiento de los cadáveres de una pareja de ancianos que acaba de ser atropellada por un carro fantasma. Una vez involucrado en el caso, una serie de hechos sutiles lo lleva al descubrimiento del vehículo y de la persona que iba manejándolo en el momento del accidente; pero no solo eso, sino que también lo conduce a los mundos de tres personas reunidas por el azar de la muerte. Lo más sorprendente de esta investigación es el método que utiliza Aurelio, basándose más en la comprensión del concepto junguiano de sincronicidad (principio de relaciones acausales), que en una pesquisa ordinaria. Esta noción, revolucionaria en el desarrollo de las investigaciones sicológicas, permite profundizar en la comprensión de los fenómenos de la existencia humana de un modo cercano a la magia y a las atmósferas de sabiduría de las antiguas civilizaciones.


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Reseña de la colección POLICÍAS Y BANDIDOS de Editorial UPB


POLICIAS Y BANDIDOS por Emilio Restrepo

Publicado en la Revista española SoloNovelaNegra: noviembre 2019:
https://www.solonovelanegra.es/policias-y-bandidos-por-emilio-restrepo/





POLICIAS Y BANDIDOS de Editorial UPB
Una serie de género negro que lucha por ganarse su espacio
La Ciudad como protagonista
El género negro es fundamentalmente urbano, ya que la mayoría de su acontecer transcurre en ambientes de ciudad y se preocupa de manera particular en explorar su entorno. En la propuesta más contemporánea, aunque expresada desde la primera mitad del siglo XX en los representantes más estigmáticos, se hace énfasis en lo citadino y en lo que puede perturbar el de por sí ya enrarecido ambiente de la urbe: la corrupción, el odio, el racismo, la homofobia, la insolidaridad, toda clase de abusos y discriminaciones, el tráfico de drogas, la explotación sexual o laboral y un etcétera interminable y sazonado de toda clase de matices.
Desde los mismos inicios de la literatura policial, ha existido una estrecha relación con la ciudad, creciendo y desarrollándose ambas en paralelo, dando cuenta la primera de los vicios y pecados de la segunda, directamente proporcionales al desaforado aumento de su población y extensión. Aunque en sus orígenes y épocas de más esplendor solía ubicarse en recintos rurales (Agatha Christie, Conan Doyle, Georges Simenon, G. K. Chesterton), la irrupción del hard-boiled (años 20 y 30 del siglo XX) la situó en un entorno eminentemente urbano, hasta el punto de establecer una relación simbiótica entre la una y la otra, con personajes (detectives) que se movilizaban exclusivamente en ambientes duros y tensos de sus respectivas ciudades. Esta vinculación narrativa hace un especial énfasis en lo social, en los aspectos que enturbian el comportamiento de los ciudadanos, lo cual puede incluso superar a los personajes y a la trama de la novela, lo que nos permite establecer el triángulo estructural que define a la novela negra: historia, personajes y entorno. No se puede concebir una obra definitiva si alguno de los componentes no está presente. Los autores más reconocidos lo tienen muy claro, y eso les ha permitido alcanzar un sólido prestigio y un gran reconocimiento en todo el mundo, no solo en la literatura de entretenimiento popular (los “pulps”) sino en las letras en general, hasta el punto que autores como Ricardo Piglia, sin pretender exagerar, pone a R. Chandler a la altura de Hemingway, Joyce, Brecht o Borges. Y no se sonroja por ello. *1
En este sentido la novela de crimen (policial, negra, de intriga, de enigma) nos pinta la ciudad, nos permite conocer sus rincones más oscuros, su aspecto más pecaminoso y sus costumbres más ocultas y abyectas. Esto es particularmente válido para autores de obra con detective y ciudad, como Dashiell Hammett, Raymon Chandler y Ross Macdonald.
América latina llegó más tarde a la novela negra, aunque hay que reconocer que con menos presencia, sobre todo en la concepción del protagonista de saga, el detective, que en la literatura anglosajona tiene una marcada presencia, en cine y literatura, personajes que muchas veces se hicieron más populares que sus mismos autores. No sobra referenciar a Sherlock Holmes, Poirot, Miss Marple, Sam Spade, Marlowe, el Padre Brown y tantos otros que hacen ya parte de la cultura popular universal, trascendiendo fronteras, idiomas y culturas.
En el ámbito latino podemos referenciar a varios narradores preponderantemente urbanos: Sergio Ramírez(Nicaragua) y su personaje el inspector Dolores Morales, Paco Ignacio Taibo II (México) y su detective Héctor Belascoáran Shayne,  Leonardo Padura(Cuba) y su detective ex policía Mario Conde,  Fernando López(Argentina) y su juez Alejandro Barón Roca,  Ramón Díaz Eterovic (Chile) y su investigador Heredia, Elmer Mendoza(México) y su detective Edgar El Zurdo Mendieta o Roberto Ampuero y su detective privado Cayetano Brulé, quienes ubican en sus respectivas capitales a sus personajes, aprovechando para hacer una disección social de ellas; en cuanto al espacio, insistimos, la naturaleza de la novela negra implica sitios urbanos qué retratar: la calle, los antros, las oficinas, los burdeles, los estadios, las cafeterías, los edificios, los bares. Es en dicho medio en donde se encuentran con mayor vigor la gran mayoría de las contradicciones sociales del mundo actual, no solo como  decorado o marco de la acción, puesto que en este entorno hay una enorme variedad de personajes, sitios y ambientes, y se da además la mayor tasa de criminalidad con delitos constantes y de todos los pelambres, sino como determinante social, porque como forma narrativa contemporánea el relato negro no se puede sustraer a la presencia del componente urbano que es, en las sociedades modernas, la pieza básica de la organización vital y social. Y no importa que en este caso sean ciudades de países en desarrollo. Por el contrario, les agrega el “color local”, la ciudad latinoamericana con todas sus contradicciones y características de identidad social, política y antropológica.
El detective.
Así como Philip Marlowe está indisolublemente ligado a Los Ángeles, Sherlock Holmes tiene su Londres y Pepe Carvalho y Ricardo Méndez tienen su Barcelona, los autores latinoamericanos citados conjugan de primera mano lo mejor y lo peor de sus respectivas capitales, y esto lo hacen notar Taibo, Padura y el resto de autores citados en sus novelas, describiendo pormenorizadamente el interactuar de sus personajes en estas ciudades llenas de contrastes y desigualdades. Hago notar que los escritores referenciados, si bien comparten con los autores clásicos anglosajones los elementos básicos de los detectives de ficción, se caracterizan porque introducen algunos nuevos en los que sobresalen el desarrollo de personajes complicados, con tensiones existenciales que desbordan las tradicionales y el papel de la ciudad como escenario central de la trama que establece una nueva relación entre el personaje-detective y el espacio urbano hispanoamericano, en ciudades complejas, conflictivas y de una voracidad que marca el devenir de sus habitantes. Estos autores retoman al detective y el delito como elementos centrales del género y crean una serie en torno a un investigador, con una personalidad, unos gustos y una manera de actuar muy caracterizada y definida, que le ha dado a sus personajes (y por ende a los autores), un amplio reconocimiento que va más allá de los lectores especializados del estilo y han trascendido al ámbito de la literatura local para considerarse globales y mediáticos, multi-premiados (Por ejemplo, Padura es Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015) y cuentan con un gran valoración académica y un indiscutible respeto en lo puramente literario.
En este momento, se trata de una obra ya estructurada, madura y de amplio reconocimiento internacional, en lo mediático y lo académico. Taibo II, específicamente con su personaje Belascoarán, sus métodos, su entorno social y afectivo, su relación estrecha y contradictoria con la violencia y la solidaridad de la ciudad de México, ya figura en una saga de 9 novelas. Así mismo, el detective Mario Conde de Padura desde su óptica de empleado policial que recorre La Habana enfrentado a sus fantasmas, sus carencias, su pasado, sus amores y su afición por la música y la literatura, en un ambiente de crimen que se tiñe de corrupción a muchos niveles, en una colección de 9 novelas. Heredia Figura en 12 libros, el juez Barón en 5, el Zurdo Mendieta en 5, Cayetano Brulé en 7 títulos; casi todos estos personajes han tenido gran aceptación comercial y de crítica y muchos han sido llevados al cine.
POLICÍAS Y BANDIDOS EN SERIE EDITORIAL
A partir del año 2015, la Editorial de la Universidad Pontificia Bolivariana (U.P.B.), de Medellín, Colombia, en su sello POLICÍAS Y BANDIDOS se fijó la meta de patrocinar una colección de novela policial con autores locales, haciendo énfasis en la continuidad, pero sobre todo apostando a una calidad literaria destacada, con una temática que privilegiara lo urbano, dejando memoria histórica  de la ciudad, en este caso casi siempre Medellín, aunque se tuviera que hablar de lo oscuro, de lo recóndito, de lo pecaminoso, como es usual en este género.
El Fondo Editorial de dicha Universidad presenta una colección dedicada a inspectores, fiscales, detectives, policías y bandidos. Y en el fondo, siempre La Ciudad. Con esta serie, se le quiere dar impulso a la novela negra en Colombia, en una gran apuesta. Se trata de publicar novelas de personaje definido, en sagas que cuenten a través de sus entregas anuales nuevas aventuras de estos investigadores que poco a poco se han ido posesionando en el competido mercado editorial. Y en justicia, es una novedad: es la única serie en Colombia dedicada a la literatura policiaca y al género negro, con personajes de colección. Toda una revelación editorial, digna de ser apoyada.
En la presentación de esta colección, expresé las siguientes palabras: “la producción de novela negra en Colombia es más una excepción que una regla y obedece casi siempre a las iniciativas aisladas y muchas veces personales, que no configuran un movimiento literario como tal, a pesar de que en todo el mundo se esté experimentando un nuevo auge, con escritores de oficio y lectores fieles que responden con creces a las expectativas del mercado “.
Insistí, igualmente, que “la novela negra explora el mundo profesional del crimen, haciendo una disección de su entorno, preponderantemente urbano, profundizando en las características más oscuras y abyectas de la Ciudad y de la sociedad. En ella, el objetivo no es solo resolver el crimen, responder a las preguntas de quién y cómo, sino saber el dónde y el porqué, yendo más allá de lo aparente, dándole la importancia debida a los hechos y las cosas que rodean el misterio, recordando que detrás de él, siempre hay unos seres humanos derrotados y en decadencia y otros que se obstinan en aproximarse a la verdad, no importa lo dolorosa que sea lo que se paga por ello”. “Nuestro país es una cantera inagotable de ideas, de historias, de referentes y ejemplos. Y es una nación de contrastes, de riqueza y de pobreza, de bondad y de maldad, de pujanza e indolencia, de solidaridad y abandono. Las historias fluyen por todas las esquinas, surgen por generación espontánea en los barrios, en el centro, en los bares, en la universidad, en los antros.” *2
En mi concepto, esta colección del Fondo Editorial de la Universidad Pontificia Bolivariana, “marca un hito”,  porque apoya la producción local con sagas de personaje, con escritores antioqueños que sin complejos de inferioridad escriben para un mundo globalizado, pintando desde adentro un entorno de ciudad que padecen y conocen, con detectives originales que historia tras historia narran los entresijos de esa urbe despiadada que ruge bajo los pies de una metrópoli caótica e indiferente, con un humor irreverente y una ironía que les da una mirada muy particular.
La Editorial define la serie Policías & Bandidos como un esfuerzo coherente y riguroso en el que ya hay publicados dos libros de cada uno de los personajes, con la idea de que se extienda, “dándoles continuidad a través de las historias contenidas en novelas cortas que privilegian el entretenimiento y la complicidad con el lector “.
En el primer momento de la colección se reseñó: el ex inspector Rambert, de Memo Ánjel , el fiscal Oscar Rosado, de John Saldarriaga , “que hurga en los rincones oscuros de Medellín para resolver sus diversos casos” y Joaquín Tornado, de Emilio Alberto Restrepo , “contratado para investigar el crimen de un futbolista de élite que juega en Europa y que regresan a una víctima de un atentado, para intentar la liberación de un secuestrado, para seguirle la pista al robo de arte y una serie compleja de enredos”. Además, una novedad: una autora mujer, con un personaje femenino: la escritora Verónica Villa con Marina, una guardia de seguridad que resuelve crímenes. Hasta ahora van publicados 12 libros de estos personajes. El último en incorporarse fue Luis Fernando Macías con su personaje Aurelio. Y se plantean 4 nuevos números para el 2020, incluido el presente volumen.
Es un objetivo claro de la editorial que al terminar de leer su cada una de los números lanzados hasta la fecha, el lector quede con la sensación de que el autor cumple lo que promete, la exposición de un detective profundamente humano, con sus defectos y virtudes y su relación conflictiva y contradictoria con la ciudad, reivindicando la naturaleza de su literatura, descriptiva, cuestionadora y testimonial, mientras establece una aproximación con elementos críticos y socio-antropológicos que no dejan de lado el entretenimiento y la función de recreación de la memoria colectiva que tiene la novela, mientras asume su compromiso de ser literatura de primer orden. Y con su dosis de buen humor y en un lenguaje que trata de apartarse del abuso de los localismos para su disfrute global.
La colección busca, usando la figura del detective como una disculpa, afrontar su verdadera intención: desenmascarar los pecados de unas ciudades que aman y padecen, que vibran y sufren en proporciones equilibradas. Proponer las ciudades latinoamericanas como escenarios alternativos de un género que, hasta ahora, con las notables excepciones citadas, ha sido contado en idiomas distintos al español (en inglés, en sueco o en francés, entre otros).  Para los que conocen y han disfrutado del género, les permite ratificar lo que al principio sospechaban: los límites se han perdido, las barreras entre los géneros son cada vez más imperceptibles y lo que antes se consideraba una “especie menor”, hoy se codea con la gran literatura, la que pretende ahondar sobre el estudio del alma humana, o en el juego de palabras, “el ánima urbana”.
Como dicen sus editores y autores en las presentaciones, están muy comprometidos con la colección, la asumen con coherencia y sin complejos tercermundistas, tienen metas a largo plazo porque asumen que se trata de “novela negra de calidad, de Medellín para el mundo”.
REFERENCIAS
*2. RESTREPO, Emilio A. Colombia: en busca de su propia novela negra. Revista virtual OTROLUNES Revista Hispanoamericana de Cultura, #31 Febrero 2014 – Año 8 http://otrolunes.com/31/este-lunes/colombia-en-busca-de-su-propia-novela-negra/
OTRAS LECTURAS RECOMENDADAS:
María Pizarro Prada De policías, detectives y crímenes: la actualidad de la novela policiaca. Brown University / Iberoamericana Editorial Vervuert https://journals.iai.spk-berlin.de/index.php/iberoamericana/article/viewFile/1181/842
Gustavo Forero Quintero LA NOVELA DE CRÍMENES EN AMÉRICA LATINA: HACIA UNA NUEVA CARACTERIZACIÓN DEL GÉNERO. https://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/lyl/article/view/6295
* Emilio Alberto Restrepo Médico y escritor colombiano, ha incursionado en varios géneros. En novela negra ha publicado las novelas LOS CÍRCULOS PERPETUOS, LA MILONGA DEL BANDIDO, DESPUES DE ISABEL, EL INFIERNO, ¿ALGUIEN HA VISTO EL ENTIERRO DE UN CHINO?, y la antología y el ensayo de ENTRE EL MIEDO Y EL MAL (El género negro en la poesía colombiana). En lo que respecta a “detective y ciudad”, tiene cinco libros de su personaje JOAQUÍN TORNADO, investigador privado ubicado en la ciudad de Medellín, publicados por las editoriales universitarias ITM y UPB.

©Artículo: Emilio Alberto Restrepo, 2019.      emiliorestrepo@gmail.com   www.emiliorestrepo.blogspot.com

miércoles, 30 de octubre de 2019

EL PRIMO Y EL TIMO -reseña-

EL PRIMO Y EL TIMO, EMILIO ALBERTO RESTREPO

(Informe de lectura publicado en Revista Esteros, de Uruguay https://esteros.org/2019/10/30/el-primo-y-el-timo-emilio-alberto-restrepo/ octubre de 2019 )






Por Wilfer Pulgarín
Cuando mi padre quebró y desapareció de casa, a los pocos días nos visitó un detective, supongo que del extinto y siniestro F2. En mi memoria quedó registrado como un tipo malévolo, alto, con un revólver plateado en la cintura y peinado con gomina hacia atrás. Desde ese entonces odio y temo a los sujetos que se parecen a Carlos Gardel. De eso hace 45 o 50 años, quizás. Tal vez lo del arma de cacha blanca sea una invención del hipocampo de mi cerebro, pero el recuerdo igual me produce escalofríos.
La quiebra es un tema recurrente en las conversaciones de madre, que culpa a las sinvergüenzas de los desaparecidos lupanares de Guayaquil, el barrio de tolerancia, y a dos parientes de la bancarrota de su esposo, de que hubiéramos tenido que vender la casa construida con tanto esfuerzo, de emigrar a Venezuela y volver a Colombia y de no tener tanta plata como la tía X y no vivir tan holgadamente como el tío Z. Y sé que aquel viejo demonio era un detective porque ella nos lo dijo a mí y a mis hermanos después de que lo vimos, acompañado de un ex socio de mi papá, husmear como un orco entre las ventanas enrejadas del lugar donde alguna vez fui feliz.
De esa historia me acordé por Joaquín Tornado, un investigador privado que es todo lo contrario de aquel enemigo de mi niñez. Tornado compra su ropa en el mercado popular de “El Hueco”, viaja en el Metro de Medellín y toma trago barato en una de las tiendas de cualquier esquina. Lo vemos a diario, pero no lo distinguimos, porque es paisaje, como usted y como yo. Es un ser ordinario que puede llevar una automática cerca de la axila, pero que parece ser tan inofensivo como un vendedor de aguacates que empuja su carretilla por una loma a pleno sol, aunque no garantizo que lo sea.
Tornado es un personaje de ficción, digámoslo de una vez, creado por el escritor antioqueño Emilio Alberto Restrepo, un médico eminente de Medellín, que desde comienzos de este siglo decidió reducir consultas y cirugías para extraer de las entrañas de la literatura a un investigador privado que no tiene la pose romántica de Humprey Bogart en la encarnación de Philip Marlowe y Sam Spade, los máximos protagonistas de la novela negra americana, creados por Raymond Chandler y Dashiell Hammet, respectivamente, pero que, como estos, se alimenta de las miserias ajenas y olfatea en las alcantarillas para que alguien que confía en él logre reconciliarse con su concepto de verdad o de justicia; aunque como dice su autor, no considera que esto sea un pecado, pues “todos los escritores contemporáneos de policial han bebido de la influencia de estos autores clásicos” “
Este don nadie, que se perfila como el principal detective de ficción de Medellín, comenzó a patear las calles de la ciudad en 2013 en “Un asunto miccional y otros casos de Joaquín Tornado, detective”, una recopilación de cuentos iniciáticos de Restrepo. Cinco novelas después, lo volvemos a encontrar en “El primo y el timo”, un relato de largo aliento y múltiples circuitos, publicado bajo el auspicio de la editorial de la Universidad Pontificia Bolivariana, que ha tenido la lucidez de ofrecer a los aficionados de novela negra la valiosa colección de Policías y Bandidos, donde destaca el trabajo de Restrepo y de otros escritores como Memo Anjel, Verónica Villa, John Saldarriaga y Luis Fernando Macías.
Con su certeza de ser invisible, Tornado recompuso la estampa del primer detective paisa que conocí y que me pareció más emparentada con la de un asesino a sueldo que con la de investigador privado del lado del bien y de la justicia.
Eso en el terreno de lo personal, en el literario hay que destacar la saga de Tornado como un esfuerzo serio de escribir novela negra en Colombia de manera profesional y sistemática, con un autor que, a pesar de las tentaciones comerciales, no se deja arrastrar a la caldera de la violencia metalúrgica donde se mezclan resentimientos políticos ancestrales, narcotráfico, práctica sicarial e indigencia social.
“Llevo quince años gastando las calles de la ciudad con mis zapatos. Me la conozco de memoria, el norte, el sur, los barrios, las lomas, el día, la noche. He robado luz a sus neones y decibeles a sus ruidos que, en ciertas horas, son como un rugido, y, en otras, me recuerdan una selva sigilosa, lista para el zarpazo. Me he percatado de todos sus humos, de sus olores y mi piel se ha insolado por el rigor sin tregua de la canícula del medio día y ha tiritado con la escarcha de sus fríos en la madrugada. No termino de impresionarme al darme cuenta de que siempre descubro algo nuevo, que hay algo que me sorprende, algún tipo de maldad que desconocía, alguna nueva forma de desplumar al prójimo o de timar al Estado o de brincarse las leyes y hacer de la norma algo prescindible y desechable”.
Ese párrafo autobiográfico, extraído de la introducción de la también recomendada novela “El abrazo de la viuda negra”, es fundamental para saber y entender quién es Tornado que, en “El primo y el timo”, cobra relieve dentro de una literatura bien lograda en estructura narrativa, caracterización de personajes y depuración del estilo. Restrepo logra aquí una historia redonda, simétrica, minuciosamente cuidada en los detalles (como debe corresponder a un escritor de profesión ginecólogo y laparoscopista), sin costuras, capaz de involucrar y sorprender al lector que pregunta “¿Qué diablos está pasando aquí?”. O por lo menos en lo personal lo hizo, a mí me sorprendió, pues en el juego de ingenio que plantean los escritores, debo reconocer que cada nuevo giro (y hay varios) me tomó por sorpresa porque nunca lo vi venir, guardando la transparencia de no recurrir al juego sucio que delata falta de imaginación. Porque de eso sí le sobra, así como conocimiento de la ciudad y de la estructura interna y funcionamiento de las bandas criminales, tanto como de la condición humana en sus variantes más repelentes, la envidia, la ambición desaforada, la traición y la deslealtad.
El “primo que come primo” es el leitmotiv para desnudar la falta de escrúpulos de un pícaro que hace un túnel en el corazón de un pariente para llegarle directamente al bolsillo y dejarlo sin patrimonio. Esta estructura revienta y los efectos secundarios son devastadores y uno termina la novela con un sabor agridulce, entre abatido y regocijado, pero contento de ver las tramas y las subtramas bien cerradas, conducido por un lenguaje divertido y cínico, sello de los clásicos de la novela negra, del que Restrepo es un aventajado expositor. Pienso que es una grata experiencia de lectura, no solo para los amantes del género negro. Lo pude constatar en una lectura familiar, en donde se valoraron sus varias facetas: literatura urbana, novela de personajes, género de acción y hasta la picaresca, tema que ha tocado el escritor en algunos otros de sus libros.
Acerca de la colección POLICÍAS Y BANDIDOS, de la Editorial de la Universidad Pontificia Bolivariana, hago notar que maneja el concepto de novela de personaje, de saga, en donde cada autor da continuidad a una serie continua de casos con los mismos protagonistas que se suceden libro tras libro, año tras año. Un loable esfuerzo que merece ser destacado en un medio editorial un tanto timorato y conservador y obsesionado por las ganancias y los rendimientos. Aquí se nota que la recompensa es la satisfacción del lector y la reivindicación de la literatura de entretenimiento de buena calidad.

Emilio Alberto Restrepo. Médico Ginecoobstetra, con especialización en Laparoscopia Ginecológica avanzada. Escritor de varios libros y artículos científicos. Conferencista. Columnista de varios medios. Ha publicado: Textos para pervertir a la juventud poesía (Dos ediciones), Los circulos perpetuos novela (Cuatro ediciones), El pabellón de la mandrágora novela (ganadora de la III convocatoria de becas municipio de Medellín 2005. dos ediciones), la milonga del bandido, novela. Ha participado en varias antologías de cuento y crónica (entre ellas Antología comentada del cuento antioqueño, 2da ed. u de a., seleccionada por Mario Escobar velásquez. la novela “Qué me queda de ti sino el olvido”, fue ganadora del Concurso de novela Talentos ciudad de Envigado, 2008. en 2010 la Universidad CES publicó la novela Crónica de un proceso. en 2012, Ediciones B publicó un libro con 2 novelas cortas de género negro: Después de Isabel, El infierno y ¿Alguien ha visto el entierro de un chino? en 2013 el ITM lanzó la colección de cuentos sobre su detective privado, Un asunto miccional y otros casos de Joaquin Tornado, detective.

Wilfer Pulgarín. Periodista y escritor.

ESCRITO POR 

Revista cultural y literaria de la Fundación Cultural Esteros.