.

.

lunes, 19 de diciembre de 2022

Nuevo libro: “DOS CASOS DE JOAQUÍN TORNADO. Tornado y el inédito Gardel. Vade retro, Marcial”

 “DOS CASOS DE JOAQUÍN TORNADO. 

Tornado y el inédito Gardel. 

Vade retro, Marcial”










“DOS CASOS DE JOAQUÍN TORNADO. 

Tornado y el inédito Gardel. – Vade retro, Marcial”

Séptimo número de JOAQUIN TORNADO, sexto por la Editorial UPB

Este libro, DOS CASOS DE  JOAQUÍN TORNADO, reúne dos nuevas aventuras del detective literario que ya tiene seis libros en la colección POLICÍAS Y BANDIDOS de nuestra Libros, arte y cultura UPB

En TORNADO Y EL INÉDITO DE GARDEL, un profesor encargado de organizar el legado de Manuel Mejía Vallejo, cumbre de las letras locales, es encontrado muerto mientras organizaba los papeles que su familia había donado a la biblioteca pública de la Ciudad. Al parecer, unos documentos desaparecieron. Al seguir la pista, parece concretarse la leyenda de la existencia de un manuscrito del escritor en donde  propone una nueva teoría sobre la muerte del cantante Carlos Gardel. El detective Tornado trata de llegar al fondo y descubre que hay otras personas también interesadas, que no están dispuestas a detenerse hasta conseguirlo.

En VADE RETRO, MARCIAL, un connotado dirigente deportivo y su conductor son emboscados y asesinados luego de un partido de fútbol, en unos confusos hechos que parecen involucrar a una "barra brava" del equipo local. La investigación le permite a Tornado conocer de primera mano el oscuro mundo del fútbol profesional y al mismo tiempo entrar en  otras dimensiones de territorios urbanos que nunca se llegó a imaginar que rugían bajo el submundo de una ciudad que no parece tener límites para contener una irrefrenable vocación de maldad.

Estos dos nuevas propuestas nos muestran un Tornado maduro, preciso, afilado, que conoce como nadie  los oscuros callejones de una urbe que no parece  detenerse nunca, ni tener reposo en su propósito de engullir en sus fauces a todo aquel que se atreva a exponerse a sus afilados colmillos.

Comentarios:

Orcasas Orlando

Adjuntos10:50 (hace 51 minutos)
para Orcasas, Cco:
Hola, jóvenes:

Ustedes pueden tal vez pensar que mis recomendaciones sobre los libros del médico escritor Emilio Alberto Restrepo Baena están sesgadas por la simpatía y aprecio que siento por él, y debo decir con toda franqueza que ustedes ¡No se equivocan!, porque eso es así.

Pero el hecho de que eso sea así, no significa que tales recomendaciones no sean totalmente merecidas por la calidad de su obra, porque cada palabra elogiosa es merecida, 100% merecida.

Él es un buen mercadólogo de su imagen, y ni más faltaba que se dejara contaminar por lo que muchos llaman falsa modestia. No hay razón para ello, y estoy de acuerdo con que el primero que debe aplaudir la propia obra es uno mismo. Su palma´res es impresionante, y en él no hay nada inmerecido. Está avalado por prestigiosas personas del medio literario que dan fe de la constancia, tenacidad, y efectividad de una obra cuidadosa y milimétricamente trabajada.

Médico, va un nuevo abrazo de felicitación.

ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)





martes, 25 de enero de 2022

El expediente Monaguillo y la madurez de Emilio Alberto Restrepo como escritor de novela negra (LATERALES MAGAZINE)

 

Literatura


El expediente Monaguillo y la madurez de Emilio Alberto Restrepo como escritor de novela negra

30 / 12 / 2021










Un repaso por la obra del escritor Emilio Alberto Restrepo, quien con su saga del detective Joaquín Tornado ha escrito un capítulo único en la literatura colombiana.




En El expediente Monaguillo, Emilio Alberto Restrepo alcanza el magisterio como escritor de novela negra y consolida la saga del investigador Joaquín Tornado, sobre todo respecto      a su naturaleza de personaje singular en el mundo de la ficción de entretenimiento, cuyo valor agregado es la revelación de esa materia oscura de las perversiones que también constituyen nuestra condición humana.



Joaquín Tornado nació como una derivación de su autor en el ejercicio de aprendizaje del taller de creación literaria y se ha ido configurando paso a paso, hasta convertirse en el personaje que hace posible el goce de la liberación en la lectura. No podríamos decir que se trata de un álter ego, porque lo suyo es el juego de la recreación de las tramas que se urden en el lado oscuro de las almas; pero sí es claro que en su constitución participa de innumerables imágenes arquetípicas que se manifiestan con mayor o menor intensidad en nuestra psique: el pícaro que hace lo que sea necesario para conseguir la supervivencia, el vengador justiciero que redime a los débiles frente a los aprovechados, el ingenioso que rompe las normas para poder restablecerlas o, dicho de otro modo, el pillo que desde la sombra reconforta la luz, el hombre avisado que conoce los caminos del mal y que como el homeópata se sirve de su propia esencia como medicina. 

La saga de Joaquín Tornado la constituyen más de ocho títulos, algunos de ellos todavía inéditos: 

1. Joaquín Tornado, detective. Contiene dos nouvellesMúsica de buitres, donde Tornado, por petición del fiscal Agustín Restrepo, su mentor natural, obra como negociador en un secuestro de un ganadero prestante. Sobraría decir que los vejámenes que sufre en el campamento guerrillero son suficientes para degradarlo hasta la humillación. Tornado y el Obregón trata el enigma del robo de un cuadro de Alejandro Obregón y la posterior venta de una serie de réplicas de este. Un relato que describe un Tornado maduro, más consolidado, que muestra el equipo de trabajo y los particulares métodos de su oficina de investigaciones.


Portada de Joaquín Tornado, detective, de Emilio Alberto Restrepo y publicado por Editorial UPB


2. Nos vemos en el infierno mon amour, aventura que, tras la muerte de la abogada a la que investigaba por supuesta infidelidad, lo lleva a desentrañar los bajos negocios relacionados con el mundo de los seguros.


Portada de Nos vemos en el infierno, mon amour, de Emilio Alberto Restrepo y publicado por Editorial UPB.

3. El abrazo de la viuda negra, una hermosa historia de fútbol, envidia y venganza, en la que el lector se ve sorprendido en más de una ocasión a causa de los giros de tuerca que ocurren cuando menos se los espera.


Portada El abrazo de la viuda negra. Un caso de Joaquín Tornado, detective, de Emilio Alberto Restrepo, publicado por Editorial UPB

4. Un asunto miccional y otros casos de Joaquín Tornado, volumen que reúne una serie de pequeñas historias: 

—“Un asunto miccional”, donde se funden en un solo personaje las figuras del vengador justiciero y el asesino en serie. 
—“Un encuentro”, ¿quién es más rápido, la bala o la palabra?
—“Tornado y los donceles”, la muerte en relación con los apetitos del sexo. 
—“Una cierta clase de amor”, ¿se puede matar por piedad? 
—“Aparición”, si era un fantasma, ¿por qué los agujeros?
—“Tornado y el Obregón”, el mundo de la falsificación de las obras de arte, enmarcado por los negocios fraudulentos de los políticos.


Portada de Un asunto miccional y otros casos de Joaquín Tornado, detective, de Emilio Alberto Restrepo, publicado por Fondo Editorial ITM.

5. Tornado triple equis, todavía inédito, acaso debido a la naturaleza de sus contenidos. 

6. Tornado y los apostadores, también inédito, donde aparece el cadáver de una mujer en el carro del hermano de Tornado y, al realizar la pesquisa, este se topa con los asuntos que se anuncian en el título. 

7. El primo y el timo, divertida historia en la que el estafador se aprovecha de la confianza de su familiar más querido en apariencia



Portada de El primo y el timo. Un caso de Joaquín Tornado, detective, de Emilio Alberto Restrepo, publicado por Editorial UPB.

8. El expediente Monaguillo, como es obvio, por tratarse de una novela de investigación, no se pueden revelar los detalles de la historia y, mucho menos, las peripecias del detective para lograr sus objetivos. Lo que sí podemos decir es que el ingenio de Emilio Alberto Restrepo le permite reunir tres motivos distantes entre sí: el ya superado comercio de los abortos clandestinos, los fraudes universitarios en los exámenes de admisión para posgrados en la Facultad de Medicina y las demandas judiciales. 

Con una pericia especial para entrecruzar las historias, consigue crear una estructura de pillaje en la que un motivo implica el otro, y este se cruza con el tercero, como en el juego de los tres anillos del prestidigitador en el que cada uno de los aros, al mismo tiempo que es independiente, se halla incrustado en los demás.

Por la cantidad de títulos que componen la saga de Joaquín Tornado cabe afirmar que este constituye un hecho sin precedentes en la literatura colombiana. Emilio Alberto Restrepo es un escritor digno de tenerse en cuenta tanto como la colección “Policías y bandidos” de la editorial de la Universidad Pontificia Bolivariana.

Así mismo, no podemos creer que este tipo de historias son de mero entretenimiento, en su concepción se ponen en juego aspectos muy importantes de nuestra psique, incluso en nuestro rol de lectores: si nos preguntáramos por qué nos divierte tanto una historia sórdida de mezquindades, pasiones y perversiones, tal vez encontraríamos la maravillosa respuesta de que ante la imposibilidad de deshacernos o de negar nuestra más impura condición, la ficción literaria tiene el poder de sublimar esa materia oscura hasta convertirla en el bálsamo de la redención. En el juego de desentrañar las peripecias de una trama delictiva o criminal encarnada en los caracteres de la novela y en la alegría de comprobar cómo los culpables alcanzan el castigo merecido, por un instante, vivimos la sensación de que es posible restablecer el equilibrio y algo muy profundo descansa en nuestro interior.

Publicado en: https://laterales.com/literatura/el-expediente-monaguillo-y-la-madurez-de-emilio-alberto-restrepo-como-escritor-de-novela-negra/








domingo, 24 de octubre de 2021

"Joaquín Tornado, un cínico que investiga el crimen en Medellín"

 


Sunday, October 24, 2021

"Joaquín Tornado, un cínico que investiga el crimen en Medellín"

 

Joaquín Tornado, un cínico que investiga el crimen en Medellín

En la novela policiaca anglosajona, el crimen se resuelve. En la latinoamericana, el asesino no paga. ¿Cómo opera Tornado, el detective creado por Emilio Restrepo?

Por: Hernando Villa Garzón octubre 19, 2021
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2Orillas.
Foto: Pixabay
Joaquín Tornado, un cínico que investiga el crimen en Medellín

En Medellín se viene organizando desde 2010 el Congreso Internacional de Novela Negra para investigar la situación del crimen en la sociedad contemporánea y en nuestro país. Su director es el profesor Gustavo Forero Quintero y la sede es la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia. Este proyecto de Medellín Negro nació de la investigación del profesor Forero sobre la anomia en la novela de crímenes en nuestro contexto. En nuestro medio el crimen ha sido más fuerte que el Estado y que la sociedad.

 

Una síntesis de la teoría del profesor Gustavo Forero sería: En Colombia tenemos normas, Constitución, códigos, leyes y la gente sabe que existen, pero no se les hace el menor caso. La norma no se aplica. En la novela policiaca anglosajona, el crimen se resuelve: se descubre al asesino, lo meten a la cárcel y la justicia triunfa sobre los malos. En la novela latinoamericana también se resuelve el crimen, la diferencia está en que el asesino no paga sus culpas. No hay cárcel, no hay castigo, la justicia no funciona. Podría ser esto un reflejo de lo que pasa en nuestras sociedades.

 

Esa contundencia del crimen en nuestro medio llevó a que se dudara de la posibilidad de que acá pudiera surgir una novela policiaca o una saga de detectives como han existido en otros contextos. Muchas ciudades del mundo se hicieron célebres por el nombre de sus detectives reales o ficticios. Londres contó con la presencia de Sherlock Holmes y Hércules Poirot; París albergó a Augusto Dupin y al Comisario Maigret; Barcelona fue la sede principal de Pepe Carvallo, inventado por Manuel Vásquez Montalbán; La Habana es la ciudad donde Mario Conde investiga los crímenes que le narra Leonardo Padura y Río de Janeiro fue la sede de ese polémico policía Mandrake, creado por Rubem Fonseca. No podemos olvidar tampoco los policías de nuestra infancia, Mannix y el teniente Columbo, que como Philip Marlowe operaban en los Ángeles, Kojac en Nueva York o el teniente Mike Stone y el agente Steve Keller en las calles de San Francisco.

 

Pero contra las apuestas y los pronósticos de los teóricos de la literatura y la sociedad, Medellín tiene ya una saga de investigadores policiales. La editorial de la Universidad Pontificia Bolivariana viene publicando desde 2012 la serie Policías y bandidos que han inspirado la creación de estos particulares personajes. Verónica Villa creó a la detective Marina Grisales; John Saldarriaga se inventó al fiscal Oscar Rosado; José Guillermo “memo” Ánjel le dio vida a Rambert, que no opera en Medellín sino en Barcelona; Aurelio es el detective de Luis Fernando Macías y Emilio Restrepo creó al detective Joaquín Tornado.

 

Emilio Restrepo Baena es médico, especializado en Ginecoobstetricia, cultiva diversos géneros literarios como el cuento, la poesía, el ensayo, y pertenece a ese grupo de profesionales de la salud que se han interesado en Antioquia por el arte y la literatura. Manuel Uribe Ángel, geógrafo e historiador; Jorge Franco, que creará un personaje emblemático con Hildebrando ha dejado de beber; Héctor Abad Gómez, columnista y escritor de textos sobre salud pública; Mario Melguizo, novelista, biógrafo, historiador, y Gilberto Martínez, uno de nuestros más célebres dramaturgos.

El personaje creado por Restrepo es un hombre solitario, aficionado al bajo mundo, nacido y crecido en un barrio popular, en medio de maleantes y de la aguda astucia de las males artes, cínico, sarcástico, al borde del infarto, siempre saliendo de un guayabo eterno, con alcances de dinero, obsesionado con las chicas prepago voluptuosas que le ofrecen sus servicio; cuando los turistas extranjeros dejan el cupo libre, en esta ciudad que conoce al dedillo y donde todo puede pasar.

 

Ciudad de estafadores, falsificadores de moneda, de ropa de marca, la ciudad que más gasta en perfumes, falsificadores de lotería, documentos, capital de la piratería de libros, películas, discos, programas de computador, drogas legales e ilegales, contrabandistas, brujos ligadores de amantes y maridos remilgados, monumentos a la virgen de los sicarios, sicarios, jíbaros, lavaperros, narcos, oficinas , oficinas de cobro, casinos, burdeles, proxenetas, tratantes de blancas, tramitadores de todo, embaucadores, corruptos, ladrones de cuello blanco, clérigos enfriadores de dineros calientes, practicantes de abortos clandestinos, traidores, mendigos, paracos, extorsionistas, saltimbanquis, mecenas, misántropos, filántropos, capital mundial de la silicona, futuro valle del software, la ciudad más innovadora del mundo, meca del cine de autor, tumba de Rosario Tijeras, cuyo autor dijera “que esta ciudad es como esas matronas de antaño, llena de hijos, rezandera, piadosa y posesiva, pero también es madre seductora, puta, exuberante y fulgurosa. El que se va vuelve, el que reniega se retracta, el que la insulta se disculpa y el que la agradece las paga. Algo muy extraño nos sucede con ella porque a pesar del miedo que nos mete, de las ganas de largarnos que todos alguna vez hemos tenido, a pesar de haberla matado muchas veces, Medellín siempre termina ganando”.

La apuesta de Emilio Restrepo es dar cuenta de otra Medellín, diversa, compleja, misteriosa, desconocida, azarosa, y así lo ha mostrado en las siete novelas policiacas publicadas hasta ahora, donde el personaje es Joaquín Tornado: El asunto miccional y otros casos de Joaquín Tornado; Nos vemos en el infierno, mon amour; El abrazo de la viuda Negra; Después de Isabel, el infierno; ¿Alguien ha visto el entierro de un chino? Joaquín Tornado, detective; y el más reciente El expediente Monaguillo. Con el conocimiento que le permite su práctica médica, Restrepo nos describe de manera descarnada, precisa, detallada, las circunstancias de los crímenes, el abuso, las trampas, los recursos de los victimarios, pero también con conocimiento y sensibilidad se adentra en el alma, las coartadas, las razones y sentimientos humanos para convertirse en delincuentes, transgresores o vengadores.

Ciertamente, Joaquín Tornado no tiene el abolengo de Dupin, Holmes o Guillermo de Baskerville, pertenecientes a ilustres familias, poseedores de una excepcional capacidad de raciocinio, competencias lógicas y filosóficas; Tornado no es como Holmes, el inventor de una nueva forma de pensamiento, la abducción; no es como Brown que quiere la conversión del asesino, o como Poirot y Maigret que comprenden la psicología del delincuente y buscan su curación. El método de Tornado es la supervivencia, su filosofía proviene de la alcantarilla, es detective no por su talento excepcional sino porque no hay más. Mientras tanto. Joaquín Tornado no tiene el garbo de un Carvalho ni su capacidad enológica, tampoco un círculo social protector que lo alimenta y aconseja como a Mario Conde; se acerca a la suciedad de Mandrake en el conocimiento de la calle, pero este es un profesional, un abogado, un gourmet.

 

Muy lejos está Tornado de un Philiph Marlowe que protagonizara el divo Humphrey Bogart. Tornado es un chirrete, casi no lo pulen un día que lo querían volver un agente encubierto. Tornado es un moscorrofio, su mayor virtud es el anonimato, pasar desapercibido. Tornado por principio trabaja solo, pero ha ido incorporando dos colaboradores, la Gorda Caro, que presume de su belleza y talento y Capetillo, el costeñífero, hacker y soplón. No obstante, Tornado conoce a medio Medellín, de todos los mundos y de todos los estratos. Se lo puede encontrar cerca a ese inhóspito lugar del poder público en Medellín que es el centro administrativo La Alpujarra, a veces en compañía de su viejo amigo el fiscal Agustín Restrepo, hombre de malas pulgas que parece a toda hora con ataque de hemorroides salpicadas de jalapeño en supositorios de crema de tabasco. Sin embargo, es su confidente y su polo a tierra.

Ya son muchos los que confían en la capacidad investigativa de Joaquín Tornado, esperemos que de nuevo la literatura le pueda dar un ejemplo a la realidad y que al menos en esta podamos aspirar a que los delincuentes, corruptos y criminales puedan tener una parte de su merecido. O al menos que las víctimas puedan lograr algo de justicia, así esta no se obtenga por la intervención de los estrados judiciales sino por la astucia detectivesca del olfato de cloaca que acompaña a Joaquín Tornado.

Tomado de: https://www.las2orillas.co/joaquin-tornado-un-cinico-que-investiga-el-crimen-en-medellin/


domingo, 18 de julio de 2021

RESUMEN DE LA TRAYECTORIA DE JOAQUIN TORNADO EN UPB

 El escritor Emilio Alberto Restrepo hace un resumen de la trayectoria de JOAQUIN TORNADO, sus motivaciones y el tema de sus novelas, publicadas en la Editorial UPB

(El video original es tomado de #LaPropia, el evento de Tragaluz editores, donde compartimos la Colección Policías y Bandidos del #SelloUPB y hablamos sobre la novela negra con los autores Memo Anjel, Veronica Villa Agudelo, Emilio Alberto Restrepo, Luis Fernando Macías Zuluaga y John Saldarriaga.) https://www.youtube.com/watch?v=ts0xrW--9nk






En este otro segmento Emilio Alberto Restrepo nos habla del próximo libro del detective, EL EXPEDIENTE MONAGUILLO en Editorial UPB y la Colección POLICIAS Y BANDIDOS



jueves, 6 de mayo de 2021

Emilio Alberto Restrepo recomienda EL PRIMO Y EL TIMO, un caso de JOAQUIN TORNADO de Editorial UPB

  Un minuto con un Autor UPB: Emilio Alberto Restrepo nos presenta a JOAQUIN TORNADO en su novela EL PRIMO Y EL TIMO

#AutorUPB #Medellín #TiendaVirtualUPB
¡Es momento de un minuto con un #AutorUPB​! Te invitamos a conocer las aventuras del detective Joaquín Tornado del escritor Emilio Alberto Restrepo. Según Luis Fernando Macías, “Joaquín Tornado es un muchacho de esos que nacieron y crecieron en un barrio popular de #Medellín​, en medio de los maleantes y de la aguda astucia de las malas artes; un muchacho de esos que vive y sufre, pero que, gracias a sus contactos, a su olfato criminal y al grupo pintoresco de investigadores que lo acompaña, sale adelante en la resolución de sus casos”. Adquiere las obras de este autor en la #TiendaVirtualUPB​: https://bit.ly/3rgkzZw Publicada en Junio de 2019, recoge una nueva aventura de JOAQUÍN TORNADO. Dice la contracarátula: SINOPSIS El comerciante Evelio Vélez es encontrado muerto en su finca, al parecer víctima de un combo de delincuentes con los que se enfrentó en un agresivo alegato, en una compraventa de autos de la ciudad. En días pasados, se había visto envuelto en una serie de traspiés económicos que lo llevaron a la bancarrota, instigados por un abogado primo suyo, hasta ese momento su amigo del alma, quien al parecer se aprovechó de su cercanía para tomar ventaja y dar el golpe con total impunidad. La viuda contacta a Joaquín Tornado para que investigue las reales circunstancias que rodearon la muerte de su esposo, pues le parece que hay muchos cabos sueltos y muchas preguntas que no tienen respuesta. En este nuevo caso Tornado se adentra por los vericuetos del crimen organizado de la ciudad y descubre que bajo la apariencia de lo convencional se mueven asuntos de la más absoluta gravedad, cosas que el ciudadano de a pie desconoce y que tras la coraza de una fingida familiaridad se pueden encubrir toda suerte de intenciones abyectas que desnudan la traición, la ambición desbordada, la ausencia de escrúpulos, el oportunismo. Una vez más Tornado y sus colaboradores nos entregan un caso sorprendente, rico en giros de tuerca y matices asombrosos, mientras nos deleita con su humor retorcido y su intuitivo conocimiento de la ciudad y de la naturaleza contradictoria y errática de la condición humana.





















domingo, 13 de diciembre de 2020

La lupa sobre los detectives Artículo de prensa

 

La lupa sobre los detectives

Maria Antonia Giraldo Rojas

Publicado en Revista GENERACION del periódico EL COLOMBIANO  de Medellín, 13/12/2020, pags 4-5

El género negro es de los más exitosos de la literatura actual, pero tiene algunas deudas.

 









Primero había un crimen, que un detective resolvía utilizando su capacidad de observación y lógica extraordinaria para llevar al culpable ante la ley, que lo castigaba ejemplarmente. Luego vino el bajo mundo, policías y criminales se encontraban en bares y callejones oscuros convirtiéndose en aliados o enemigos, según conviniera, eso sí, enfrentándose con extrema violencia cuando correspondía. Ahí ya eran más humanos, cargando con los traumas y desengaños que dejan años de rodar por el mundo. Después llegaron la tecnología, las agencias de inteligencia y los espías, y si la cosa se tornaba demasiado agobiante, se le agregaba un poco de teoría conspirativa, para restarle realidad.

 

Son fórmulas reduccionistas, pero ahí están las novelas clásicas de detectives que iniciaron el siglo XX, luego el Hardboiled norteamericano que le agregó color al mundo criminal, los espías que aparecieron con la Guerra Fría y la mística histórica que produjo best sellers como El código Da Vinci de Dan Brown o Los ríos de color púrpura de Jean-Christophe Grangé, ambas adaptadas al cine con éxito, algo común para esta literatura. Lo cierto es, según explica el académico Esteban Arango, que la novela policiaca se convirtió con el tiempo y la popularidad en novela negra, un universo de subgéneros que llenan a los escritores con el reto de pegar lectores al sofá y a las editoriales con muchas ganas de publicar la siguiente gran saga.

 

El hecho de que respondan tan claramente a fórmulas y que sea un género tan enganchador ha hecho que la crítica cuestione su calidad. Según Andrés Delgado en su artículo “Cuentos bizantinos de corte operístico”, publicado en el portal Fronterad, la novela negra haría parte de la literatura del entretenimiento y escritores como Fernando Pessoa no la consideraban de buena manera, pues “las novelas policiales podrían ser ‘insinceras’ porque están hechas para sorprender porque carecen de ‘una noción de gravedad’”. Sin embargo, hay numerosos escritores reconocidos por su calidad que exploraron el género como Jorge Luis Borges, el premio Nobel Patrick Modiano y el padre de todos, Edgar Allan Poe, un esteta.

 

Que las novelas respondan claramente a fórmulas es una de las críticas que se les hacen, “pero toda la literatura responde a fórmulas”, explica Delgado, el problema viene cuando “el valor literario se le da solamente a la historia y no a la forma en que se cuenta. La literatura está hecha de fondo y forma, es decir, que el fondo es una trama y la forma, las palabras que utilizas para contar la historia. [...] El pecado de la novela policíaca es que la gente cree que el valor literario está en la trama y no en la forma”. Mientras el lector se sienta atrapado en medio del misterio, el suspenso o la intriga, está satisfecho, así algunos autores tienten los límites de la verosimilitud.

 

 

EL VALOR DE CADA LIBRO

 

Esteban Arango, académico dedicado a la investigación sobre el género y parte del comité organizador del congreso Medellín Negro, que se hace cada año durante la Fiesta del Libro y la Cultura, afirma que aunque existe la crítica literaria y es válida para juzgar la calidad de los textos, lo que le resulta interesante de la novela negra es todo lo que dice del contexto en el que fue producida. Por ejemplo, las más clásicas europeas y norteamericanas se desarrollan en sociedades respetuosas de la ley y que confían en sus instituciones, mientras que las latinoamericanas cambian la estructura tradicional: “La novela negra de esta parte del mundo responde al funcionamiento de las instituciones de estos países. Colombia, por ejemplo, tiene una de las tasas más altas de impunidad en el subcontinente. En la novela negra local no hay una sanción en la trama, lo que se puede ver claramente en textos como La virgen de los sicarios de Fernando Vallejo”.

 

Entonces, ¿Fernando Vallejo es autor de novela negra? Así lo considera Arango y su maestro en el tema Gustavo Forero, quien afirma que toda novela colombiana que beba de la realidad tiene algo de negra y los autores más reconocidos del panorama actual tienen algo del género: Perder es cuestión de método de Santiago Gamboa, Satanás de Mario Mendoza, Angosta de Héctor Abad Faciolince, Los divinos de Laura Restrepo, La forma de las ruinas de Juan Gabriel Vásquez y Rosario Tijeras de Jorge Franco son algunos ejemplos. “Hasta Cien años de soledad tiene algo del género, con sus referencias a las masacre de las bananeras o la guerra bipartidista. [...] La justicia no funciona, no hay una sanción al final y la resolución de las historias es muy pesimista respecto al funcionamiento de las instituciones”, afirma Arango. Tal vez por eso los lectores prefieren las historias extranjeras, pues estos fallos son problema de otros.

 

Un ejemplo más concreto del género en el país es la colección Policías y Bandidos de la editorial UPB que quiere retomar las formas más clásicas con la intención de devolverlo a la cotidianidad y presentar personajes más cercanos. Memo Ánjel, Emilio Restrepo, John Saldarriaga y Verónica Villa tienen sagas en esta colección que se alejan de los crímenes históricos o relacionados con el narcotráfico, para abordar la delincuencia común y centrarse en otro protagonista infaltable de estas novelas: la ciudad. “Aquí el detective camina las calles, habla con la gente en sus mismos términos y la comida se vuelve un detalle importante. El lector se puede identificar, pero también un extranjero conocer Medellín. Ese es uno de los intereses que tenía al escribir mis novelas, mostrar la Medellín más real que tiene varias capas. Hay mucha variedad para todo tipo de lectores, cualquiera puede llegar a encarretarse con el estilo que más le favorezca o le guste”, cuenta Villa, quien para la colección escribe los casos de Marina Grisales, una guarda de seguridad que termina usando su instinto para resolver crímenes y capturar a sus autores.

 

Para Delgado esa es una ventaja del género negro, hay mucho por escoger y no hace falta avergonzarse por disfrutar de un autor en particular, así no sea considerado la estrella más brillante del firmamento por la crítica especializada. “Recomiendo no dejarse llevar por los comentarios de otros y tomar las propias decisiones con respecto al libro que se va a leer, con solo la primera página ya sabe si lo atrapó o no, por eso me gusta acudir a las bibliotecas, para explorar diferentes títulos y luego comprar el que me interese”, explica. Este ejercicio también lo hace con quienes participan en sus clubes y talleres de lectura en la Biblioteca La Floresta.

 

 

LAS DEUDAS

 

La cuestión de la calidad pasa entonces a ser de gusto, pues dentro del género se puede encontrar todo un abanico de formas, escenarios, relatos y personajes que pueden hacer una rica selección. Delgado y Villa coinciden en afirmar que son textos muy atractivos para los más jóvenes: tiene esa capacidad de enganchar y, por lo tanto, enamorar del ejercicio mismo de la lectura, algo que no es menospreciable. “Cuando adolescente era lectora de Agatha Christie, pero me daba pena decirlo porque muchos la consideraban una literatura menor, sin embargo, a mí Agatha Christie me llevó a ser lectora y a que me gustaran otro tipo de libros. [...] Las novelas pueden tener crimen, intriga, acción y una prosa magistral, una cosa no compite con la otra, más depende la pericia y el talento del autor”, comenta Villa.

 

Lo que sí es una falencia, apenas solventándose en la actualidad, es el papel de las mujeres como personajes y escritoras. En la literatura más tradicional estaban encasilladas en papeles de femme fatale o víctima, pero ahora están reclamando su espacio, basta mirar personajes como Enola Holmes o escritoras como Rosa Montero o Fred Vargas. Según Villa, hay toda una generación de autoras argentinas, francesas, españolas y nórdicas que han desarrollado protagonistas femeninas e incluso han explorado el espinoso tema del feminicidio, pero en Colombia está todo por hacer. “Antes me daba miedo decirlo, pero luego de investigarlo encontré que soy la única escritora colombiana de novela policíaca con detective mujer y en serie. Cuando empecé a escribir, en 2015, lo hice como lo más natural del mundo, pero me di cuenta de que todos mis compañeros eran hombres”, cuenta Villa, quien resalta La mujer que sabía demasiado de la escritora bumanguesa Silvia Galvis (1945-2009) como la única muestra del subgénero más tradicional en Colombia. Como lo señalaba Arango, la riqueza de la novela negra está en ver cómo cambia sus temas, personajes y escenarios de acuerdo al contexto, y cada vez hay más opciones, desde la resolución de crímenes digitales hasta las astucias de espías internacionales pasando por las reflexiones melancólicas de policías desencantados. Está todo por leer.